23 ago 2011

Cerco a los consumidores de marihuana en Nueva Zelanda

Los consumidores de marihuana en Nueva Zelanda se han quedado sin la única alternativa legal que tenían, la modalidad sintética, después de que el Parlamento vedase esta semana su venta para estudiar los efectos secundarios. La decisión de modificar la ley antinarcóticos se adoptó cuando las autoridades descubrieron varios casos de complicaciones en la salud supuestamente relacionados con el empleo de estas sustancias que se creían seguras para el consumo.
 


 
Por un lado, el Ministerio de Salud de Nueva Zelanda comprobó la presencia de pequeñas dosis de benzodiazepina, un componente psicotrópico utilizado en tratamientos de epilepsia, abstinencia alcohólica o insomnio, en dos productos de Kronic. El Kronic es la marihuana sintética más popular en Nueva Zelanda y en Australia. Por el otro lado se tomó en consideración la muerte de una persona de un ataque cardíaco sufrido aparentemente por consumir esta hierba en la vecina Australia.

Además, su consumo a largo plazo puede generar "síndromes de abstinencia parecidos al de la marihuana e incluso al de la heroína", según varios estudios manejados por la directora del Centro Nacional de Información y Prevención de Cannabis del estado australiano de Nueva Gales del Sur, Jan Copeland. Con estos antecedente y otros datos negativos de Estados Unidos, el Legislativo neozelandés decidió prohibir durante doce meses y a partir del martes próximo la venta, importación, exportación y la distribución de marihuana sintética y otros productos similares, para dar tiempo a los responsables sanitarios a analizar y determinar si es segura.

Este tipo de cáñamo sintético se elabora con hierbas como la Agripalma, la cola de león, el loto azul y la Zornia Latolia (Marihuana brava) y se recubre con sustancias químicas que imitan al Tetra Hidro Cannabinol (THC), el ingrediente activo de la marihuana. El Kronic y marcas similares se venden todavía libremente en Nueva Zelanda en tiendas de barrio, estancos y comercios especializados, así como por internet, a un precio relativamente asequible y con la promesa de una entrega "discreta".

Tres gramos de Kronic negro o Explosión tropical cuestan unos 19.95 dólares neozelandeses (11,5 euros) en Nueva Zelanda; en Australia, antes de la prohibición, la misma cantidad de "K2" costaba unos 50 dólares locales (36,36 euros). La primera consecuencia de la decisión legislativa ha sido una campaña de promoción de los vendedores para que sus clientes compren todo lo que puedan y lo almacenen porque, según recuerdan, la tenencia y consumo todavía es legal en Nueva Zelanda.

"Puedes tener la cantidad que quieras de Kronic para calmar los bajones. ¡Debes almacenarla ahora!", promociona la empresa en su portal de internet. Otros comerciantes han recurrido a las rebajas para intentar colocar rápidamente su mercancía, también los hay que la entregan a las autoridades e incluso el que ha anunciado una gran fiesta para fumarla toda este fin de semana cuando aún se puede.

Ante esta situación, algunos expertos han dado la voz de alarma en contra del almacenamiento de estos productos. "No sabemos cuál es la dosis de toxicidad, no sabemos cuál es la dosis segura. Si la gente va a atiborrarse (de marihuana sintética), vamos a ver más hospitalizaciones", advirtió Leo Schep, toxicólogo del Centro Nacional de Sustancias Tóxicas de Nueva Zelanda, por la cadena de televisión TVONE.

Fuente: La vanguardia 13/08/2011

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